Quienes somos
Ver también 👉: El Camino Sencillo, síntesis de nuestro carisma, explicado por Lourdes Pinto.
Amor Crucificado es una comunidad católica de hombres (Misioneros de la Cruz) y mujeres (Madres de la Cruz) de todos los estados de vida—casados, solteros, sacerdotes, consagrados—que han establecido una alianza con Dios y entre sí para ser víctimas ocultas del amor de Dios. El Padre Jordi Rivero y Lourdes Pinto fundaron la comunidad el 11 de marzo de 2008 en respuesta a este llamado—a ser uno con el amor crucificado de Cristo, viviendo los mensajes y enseñanzas que se encuentran en los libros de formación de la comunidad. Nuestra vocación se resume en esta llamada de Dios:
«Súfrelo todo conmigo, siendo ya no dos sino uno, en Mi sacrificio de amor»
El Señor nos ha llamado a ser su "granito de mostaza", para ser consoladores de los corazones de Jesús y María, y para ser contemplativos de la Eucaristía, donde continúa su martirio oculto de amor. Las vidas ocultas y ordinarias de las Madres y de los Misioneros de la Cruz, unidas con Amor Crucificado, se convierten en la fuerza oculta de Dios de almas víctimas que ayudan a la renovación del sacerdocio, propician un nuevo Pentecostés con el triunfo del Corazón Inmaculado de María y libran la batalla decisiva contra las fuerzas de la oscuridad.
Donde estamos ubicados
Amor Crucificado tiene miembros en diversos lugares. EE.UU., Colombia, España, Suiza, Alemania, Honduras, Argentina, Nicaragua, Perú y Australia (en algunos esos lugares solo hay un miembro). Los miembros pueden estar en cualquier parte del mundo, ya que nuestra unidad no es geográfica, sino que se fundamenta en la vocación de ayudarnos a vivir nuestra fe católica y la formación que recibimos.
Inspirado por:
La Beata Conchita Cabrera de Armida. El Señor continúa en Amor Crucificado una formación afín a las Obras de la Cruz de la Beata Conchita, esposa y madre sencilla, cuya misión era encender el fuego en la iglesia con su amor crucificado:
Dame las almas que me aman en el sufrimiento, que encuentran su gozo en la Cruz; de este amor está sediento mi corazón; quiero amor puro, amor expiatorio, amor desinteresado, amor sólido el cual casi no existe en la tierra, y, sin embargo, es el verdadero, el que salva, el que purifica, y que yo exijo en mis mandamientos. A mí no me satisfacen otros amores de oropel; todos ellos vanos, ficticios y aun culpables; sólo los que te dejo explicados. —Conchita: Diario Espiritual de una Madre de Familia.
El Papa Benedicto XVI: Nuestra comunidad se fundó durante el papado de Benedicto XVI. Él es nuestro padre espiritual, a quien Dios usó para inspirar, guiar y confirmar nuestra llamada y nuestra misión.
No es una idea ni una estrategia lo que nos une, sino el amor de Cristo y su Espíritu Santo. La efectividad de nuestro servicio a la Iglesia, la Esposa de Cristo, depende esencialmente de esto, de nuestra fidelidad a la realeza divina del AMOR CRUCIFICADO. —Benedicto XVI
La fe cristiana no es un sistema. No puede presentarse como una construcción intelectual completa y acabada. Es un camino, y es característico de un camino que solo se vuelve reconocible si entras en él y comienzas a seguirlo. —Joseph Ratzinger (Papa Benedicto XVI) de su libro Verdad y Tolerancia.
Su eminencia Mauro Cardinal Piacenza: El apoyo de su eminencia a la maternidad espiritual para los sacerdotes ha sido una inspiración para nosotros. El 7 de mayo de 2013, siendo Prefecto de la Congregación para el Clero, nos recibió y nos animó a perseverar en nuestro importante trabajo para la iglesia.
El Cardenal Piacenza con Lourdes Pinto y el Padre Jordi Rivero